¿En qué nos ayuda la Oración?
Me atrevo a decir que la oración es la espina dorsal de nuestra relación con Dios. A medida que pedimos ayuda al Señor en nuestra oración, lo incluimos en todos nuestros asuntos. Entonces, según el Señor va contestando, nuestra confianza en Él va aumentando y nuestra esperanza va creciendo.
En momentos de prueba o tribulación debemos entregar en oración a Dios nuestra situación. Pues así, nuestros pensamientos y preocupaciones en cuanto al asunto son expresados al Señor y entonces el Espíritu Santo nos va ministrando la perspectiva de Dios al respecto. Empezaremos a verlo todo desde otro ángulo positivo y esperanzador. Nuestra conversación continua con Dios viene a hacer una necesidad y un gozo indispensable para nosotros. Esto produce cercanía y amistad con Dios.
La persona que no tiene a Jesucristo en su corazón vive angustiada, deprimida sin fe y con miedo. Sienten una urgencia terrible y una carga muy pesada de resolver sus asuntos. Por otro lado, el que tiene al Señor en su corazón pacientemente espera en Él, (Sal.40:1-3). Vive en paz sabiendo que Dios hará y nos dará sabiduría para actuar según Su santa voluntad. Sabemos que no esta todo perdido sino que solo Dios tiene la ultima palabra en nuestras vidas y nuestra esperanza esta puesta en Él, (Sal. 91:1-2). Tenemos en claro nuestras responsabilidades pero no vivimos presionados o abatidos porque nuestras cargas las entregamos al Señor, (Mt. 11:28-30. Y no tenemos miedo pues sabemos que Dios cuida de nosotros, (Mt.6:2633).
La duda nos visitara, para traer pensamientos desagradables en cuanto a la fidelidad de Dios y esto nos puede llegar a ser obstáculo, (Stgo.1:6). Si en nuestra comunicación con Dios estamos con bajas expectativas e incertidumbres esto nos robara la fe. Para que
nuestras oraciones no sean obstaculizadas no debemos tener motivos egoístas y en desacorde con las Escrituras, (Stgo. 4:3). Debemos someternos a la voluntad del Señor y no empecinarnos en lo que queremos a ciegas. A veces, al tener desconocimiento de la voluntad del Señor enfrentamos obstáculos. Siempre sus respuestas serán afirmativas cuando nuestras peticiones sean para glorificar Su nombre y en torno a Su propósito para nosotros, (1. Jn.5:14-15). Siempre pidamos al Señor nos llene con el conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, (Col.1:9). A veces, Dios obrara de maneras inesperadas o tal vez pensemos que se tarda, (2.Pe.3:9).
En conclusion, la oración nos ayuda a estar esperanzados y confiados en Dios. Nos ayuda a estar en paz y descansar en el Señor. Nos ayuda a recibir sabiduría de Dios. A través de la oración somos guiados a vivir de acuerdo a Su voluntad y tener claridad de pensamiento para la toma de desiciones. Para que nuestra oración sea efectiva debe estar alineada a la voluntad del Señor y allegarnos a Él con confianza y seguridad de que si le buscamos lo hallaremos y lo llamamos nos responde, (Mt.7:7-11). Siempre, siempre, siempre, Dios actuara de acuerdo a Su Palabra, según Sus propósitos para nosotros y para glorificar Su nombre. No perdamos la fe, (Stgo.1:6) y acerquémonos a Dios confiadamente, (Heb.4:16).



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