¡No tengas miedo!

Desde niños comenzamos con esta lucha. Nos echan miedo con el cuco sino nos dormimos. Si caminamos y nos alejamos de mamá nos dicen..."Vente que ahí hay un perro y te muerde". Y si se portan mal los niños hay madres que le dicen...."Voy a llamar al policía para que te lleve"(Esto es un grave error, porque si el niño está en problemas no irá donde el policía para que lo ayude, pues lo verá como una amenaza. Enseñele, que el policía es su a amigo y esta ahí para su defensa y cuidado).

El miedo es una emoción que produce una intensa sensación desagradable. Es una perturbación angustiante que puede ser provocado por la ansiedad,  por sentirnos amenazados o en peligro.

Según el libro de Genesis, la primera vez que el ser humano sintió miedo fue después de pecar en el huerto del Edén,  cuando Adán se lo confesó a Dios..."Y Adán,  respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí". Desde entonces tu y yo lo heredamos.

¿A que le has tenido miedo? Miedo a los gatos, miedo a las arañas. Puede ser miedo a alguna clase en la escuela, miedo a la nueva posición de empleo. Tal vez,  sea miedo a abrirse al amor nuevamente o miedo a expresar los sentimientos. Miedo al cambio de país o al hablar ingles. Miedo a independizarse o a estar solos. En fin, hay tantas cosas, personas o momentos a los que se les puede tener miedo que es abrumador de solo pensarlo.

El asunto no es tener miedo es que vamos a hacer en ese momento crucial. El miedo por lo regular empieza por querer paralisarnos, y esto no lo podemos permitir, "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio". Y si esto ya Dios nos lo ha entregado tenemos que creerlo definitivamente.  Esta en nosotros por nosotros y para nosotros.  Hagamos uso de este poder para enfrentar las experiencias nuevas, hagamos uso de este amor para encarar a esas personas que vienen intimidantes hacia nosotros porque "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor".

Por otro lado, no es que tengas como mascota ese gato que te causa pánico o una culebra o una cucaracha (animales que normalmente atemorizan a las mujeres). Sino, que debes recordar al toparte con situaciones en la que estés de frente a éstos, que tienes dominio propio.  No te vuelvas loca gritando y corras desenfrenadamente. Tampoco digo que te quedes ahí establecida.  Sino, que actuemos con cordura, saliendo de la situación rápido pero sutilmente. Porque tenemos dominio propio,  controla las emociones y resuelve la situación. 

Yo me he encontrado en momentos graves de fuertes miedos para mi vida. Fui policía muchos años en P.R. y enfrente tiroteos, peleas violentas, amenazas, cárceles,  borrachos descontrolados,  criminales desquiciados, etc. También,  momentos de dolor como niños abandonados, viejitos maltratados, mujeres heridas, y familias destrozadas y todo esto también me causó temor. Mientras fuí agente, tristemente despedí él duelo de varios compañeros de trabajo a los que en la jerga policíaca  llamabamos hermanos de sangre azul.
Muchas veces tuve temor de como reaccionar,  temor de que hablar, temor de ayudar adecuadamente.  Temor de cumplir mi trabajo, temor de ser humanitaria sin tomarlo personal. Temor de cualquiera de estas cosas me pasara a mi o a alguno de los míos, ¡pero no me paralice! Cada uno de estos escenarios fui poco a poco enfrentandolos. No corrí despavorida, no lloré descontrolada, no grite con vehemencia.  Eran asuntos que necesitaban mi tiempo mi atención, mis cuidados,  mi enfoque.

Tal vez nunca has vívido situaciones extremas como las anteriores pero si sé que alguna vez por la razón que sea, has sentido miedo. No importa lo que venga, debes pararte firme echar fuera la cobardía  y recordar que tienes poder, autoridad y dominion propio. Dios nos dotó de estas características para nuestro uso y beneficio.

Las mujeres tendemos a ser mas débiles en este aspecto y nos recostamos de que el hombre nos defienda o auxilie. Y ellos como caballeros en brillante armadura salen a nuestro rescate. Aunque, debo recordarte que no siempre hay un hombre cerca. Por otro lado, hay hombres que corren y se meten detrás de la falda de las mujeres. Así que, ¡vamos! Llenate del perfecto amor, que es Cristo Jesús.  No escuches comentarios negativos de gente miedosa, gente que teme a los cambios y progreso.

Atrévete a ir por más,  atrévete a pararte  al frente en la iglesia para decir un testimonio para cantar una alabanza o para leer la Palabra. Atrévete a saludar a tu vecino y decirle Cristo te ama. Atrévete a orar por tu compañera de trabajo que esta enferma. Atrévete a invitar a tu compañero de estudios a la iglesia. Atrévete a hablarle a tus familiares las Buenas Nuevas.
¿Ves todo lo que puedes hacer? ¿Ves que el miedo es una arma del enemigo? Quiere detenerte, quiere congelarte, paralizarte para que no vayas adelante. Quiere usar el miedo para controlarte y dominarte.
En momentos de miedo, no te paralices, reprende e el nombre de Jesús, ora y recuerda que estas llena del poder de Dios como el lo prometió.  Cúbrete de ese amor de Dios que echa afuera la cobardía y el temor (1. Jn.4:18). El miedo es una emoción,  no podrás evitar sentirla pero si puedes canalizarla y escoger como reaccionar a esta.

No dejemos que las emociones nos traicionen. La gente de Dios tienen dominio propio a través del Espíritu de Dios,  estas armado para tu defensa. "Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2.Tim.1:7). Ejecuta la Palabra de Dios en tu vida. Cree en su Palabra,  tienes, poder, amor y dominio propio. ¡Vence el miedo, enfrenta lo que venga y vamos por más!