¡Tambien pasara!
Una vez había un viejo rey que yacía en su lecho de muerte. Y como ultimo deseo, pidió a su hijo el príncipe que tomara de entre sus dedos un anillo que el sostenía en sus pálidas manos. Le dijo con voz entrecortada y débil: ¡Amado Hijo! Toma este anillo, y con el te entrego el legado de mi dominio. Esta sortija representa todo eso y mas. Te nombro mi heredero universal. Dueño y señor de todo, por lo que luche y adquirí para ti. Lamentablemente, no podre acompañarte en tu nueva jornada. Así que ten este anillo en memoria de mi. Y prométeme que en los momentos de soledad, cuando te visite la tristeza y te sientas desmayar, mi hermoso anillo observaras. Cuando estés en desesperación y veas el rendirte como una opción; mira mi anillo y hallarás la solución. Lo abrirás y te sera manifiesta la necesitada respuesta. Pues a leerlo te sera revelado el secreto del éxito ostentado.
Falleció el gran monarca, y el nuevo rey comenzó su deber. Al pasar los años cuando arremetía la melancolía el heredero se refugiaba en la vieja compañía de su sortija. Y hubo un momento de mucho dolor cuando todo iba de mal en peor. Cuando su reinado estaba de cabeza y el heredero rey no tenia fortaleza. Envuelto en su desesperado llanto cubrió su rostro con sus manos. Nuevamente, noto su sortija y recordó el consejo que su padre le decía. Entre sollozos abrió su anillo y atónito encontró un arrugado y viejo papelito. El cual leía claramente: "Dentro de la aflicción ¡Ten paz! Igual que lo demás, ESTO también pasara".
Hace mucho que encontré esta vieja historia creo que tenia algunos 25 años al leerla. Debo reconocer que tuve que reconstruirla a mi estilo ya que no encontré el original por escrito. Definitivamente, su gran moraleja fue un gran mensaje a mi vida. Por eso quise compartirla.
Así como a este joven rey muchas veces nos ocurre en la vida. Donde en repetidas ocasiones nos encontramos con situaciones en las que creemos que ya no podemos mas. Momentos muy duros que ponen a prueba nuestra fe. Y sentimos desmoronarnos o desfallecer. Enfermedades, problemas financieros, enfrentamientos en el hogar, hijos rebeldes, depresión, luto o soledad. Son solo algunas amargas vivencias que hemos vivido y en aquel pasado sentimos lo mismo. Que no sobrevivíamos, que no la contábamos. Pues date cuenta aun estas vivo, tal vez no de pie pero tampoco estas vencido. Haz la lucha que el problema no te supere.
Nada vale lo suficiente como para que la vida tu entregues. Decídete a luchar, míralo como un enfrentamiento mas. Tal vez haz perdido algunas batallas pero decídete a no perder la guerra. Lo anterior estuvo muy duro pero tu fuiste mas duro. Y esa pasada batalla te fortaleció y te enseño estrategias para pelear esta que enfrentas. "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas." Josue 1:9 Eso demandaba Dios a Josue. ¡ESFUERZATE y SE VALIENTE! lo demás corre por cuenta del Señor.
Lo mismo te aconsejo en esta hora. ¡ESFUERZATE y SE VALIENTE! y pon todo en las manos del Señor. Da lo mejor de ti, impúlsate a seguir adelante. No dejes de caminar y toma un segundo aire pero no te quites de la carrera. Esta es una batalla mas. Podría ser mas llevadera si la pones en las manos de Dios. El puede darte la sabiduría que necesitas, las fuerzas que anhelas o la respuesta a tu problema. Dale una oportunidad a Dios. Como Josue, tu esfuérzate y se valiente que Dios estará contigo. Tu victoria esta asegurada en Cristo Jesus, si confías en El, El hará.
Moraleja: Recuerda lo que aconsejaba el Rey... "Dentro de la aflicción ¡Ten paz! Igual que lo demás, ESTO también pasara".
Falleció el gran monarca, y el nuevo rey comenzó su deber. Al pasar los años cuando arremetía la melancolía el heredero se refugiaba en la vieja compañía de su sortija. Y hubo un momento de mucho dolor cuando todo iba de mal en peor. Cuando su reinado estaba de cabeza y el heredero rey no tenia fortaleza. Envuelto en su desesperado llanto cubrió su rostro con sus manos. Nuevamente, noto su sortija y recordó el consejo que su padre le decía. Entre sollozos abrió su anillo y atónito encontró un arrugado y viejo papelito. El cual leía claramente: "Dentro de la aflicción ¡Ten paz! Igual que lo demás, ESTO también pasara".
Hace mucho que encontré esta vieja historia creo que tenia algunos 25 años al leerla. Debo reconocer que tuve que reconstruirla a mi estilo ya que no encontré el original por escrito. Definitivamente, su gran moraleja fue un gran mensaje a mi vida. Por eso quise compartirla.
Así como a este joven rey muchas veces nos ocurre en la vida. Donde en repetidas ocasiones nos encontramos con situaciones en las que creemos que ya no podemos mas. Momentos muy duros que ponen a prueba nuestra fe. Y sentimos desmoronarnos o desfallecer. Enfermedades, problemas financieros, enfrentamientos en el hogar, hijos rebeldes, depresión, luto o soledad. Son solo algunas amargas vivencias que hemos vivido y en aquel pasado sentimos lo mismo. Que no sobrevivíamos, que no la contábamos. Pues date cuenta aun estas vivo, tal vez no de pie pero tampoco estas vencido. Haz la lucha que el problema no te supere.
Nada vale lo suficiente como para que la vida tu entregues. Decídete a luchar, míralo como un enfrentamiento mas. Tal vez haz perdido algunas batallas pero decídete a no perder la guerra. Lo anterior estuvo muy duro pero tu fuiste mas duro. Y esa pasada batalla te fortaleció y te enseño estrategias para pelear esta que enfrentas. "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas." Josue 1:9 Eso demandaba Dios a Josue. ¡ESFUERZATE y SE VALIENTE! lo demás corre por cuenta del Señor.
Lo mismo te aconsejo en esta hora. ¡ESFUERZATE y SE VALIENTE! y pon todo en las manos del Señor. Da lo mejor de ti, impúlsate a seguir adelante. No dejes de caminar y toma un segundo aire pero no te quites de la carrera. Esta es una batalla mas. Podría ser mas llevadera si la pones en las manos de Dios. El puede darte la sabiduría que necesitas, las fuerzas que anhelas o la respuesta a tu problema. Dale una oportunidad a Dios. Como Josue, tu esfuérzate y se valiente que Dios estará contigo. Tu victoria esta asegurada en Cristo Jesus, si confías en El, El hará.
Moraleja: Recuerda lo que aconsejaba el Rey... "Dentro de la aflicción ¡Ten paz! Igual que lo demás, ESTO también pasara".



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